El programa piloto ofrecía un servicio de atención diurna a mujeres, hombres y familias en situación o riesgo de exclusión social que vivían de forma independiente, pero que, debido a sus altos índices de cronicidad, necesitaban recibir en su vivienda cuidados individualizados de carácter social y sanitario de bajo nivel que mejoraran su calidad de vida. En especial, velaba por detectar y atender, dentro de sus competencias, a mujeres con graves conflictos convivenciales, en particular, víctimas de maltrato que sentían en peligro su integridad física o emocional o que se encontraban en situaciones críticas por causas socioeconómicas o personales.

Objetivos

El servicio se marcaba los siguientes objetivos:

• Mantener y fomentar la autonomía personal de las personas usuarias, así como apoyar procesos de transición.
• Detectar posibles situaciones de violencia machista o contextos familiares violentos.
• Facilitar acompañamiento, protección social y sentimiento de seguridad a mujeres y familias en contextos de violencia.
• Potenciar el desarrollo personal, las capacidades y habilidades y las experiencias vitales positivas de las personas participantes.
• Ofrecer oportunidades para la integración, la participación en el entorno comunitario y el uso de los servicios comunitarios.
• Favorecer el abordaje de los cambios que las mujeres en contextos violentos estimen oportunos en su situación personal, familiar y económica.
• Promover el mantenimiento o refuerzo de las redes familiares, comunitarias, sociales y de apoyo, especialmente entre las mujeres en peligro de aislamiento social.
• Intermediar en situaciones familiares complejas o posiblemente violentas.
• Descubrir y notificar de forma inmediata a los servicios oportunos las situaciones de necesidad críticas asociadas a graves conflictos relacionales, en particular situaciones de maltrato o violencia en contexto familiar.
• Prevenir un mayor deterioro del contexto familiar/comunitario, procurando la contención y abordaje de comportamientos inadaptados o de situaciones de crisis.
• Facilitar la toma de decisiones que comporten responsabilidad y asunción de consecuencias personales y en el entorno residencial inmediato, en particular en mujeres que sufrían daños derivados de maltrato o violencia doméstica, así como en sus familias.
• Evitar el ingreso en servicios residenciales de personas en situación de exclusión, de modo que puedan una vida independiente en su propio domicilio con los apoyos necesarios.

Prestaciones

El programa desplegaba una serie de prestaciones de carácter socioeducativo y de acompañamiento social, en la medida de lo posible dentro de la comunidad próxima y desde la perspectiva de género y con un enfoque que apoyaba el empoderamiento. Los paquetes de servicios ofertados se articulaban en las siguientes áreas:

• Personal:
  • Notificación y acompañamiento ante situaciones de violencia o agresividad que generaran ausencia de seguridad.
  • Apoyo en la higiene personal.
  • Apoyo en el vestido, la alimentación y la preparación de comidas.
  • Apoyo en el seguimiento de tratamientos farmacológicos y en la realización de recados.
  • Apoyo en el orden y la limpieza de la ropa personal y de cama, así como del espacio habitacional
  • Apoyo y soporte emocional.
• Hogar:
  • Apoyo en la limpieza del hogar y el uso de electrodomésticos.
  • Ayuda en la atención a animales y plantas.
  • Apoyo en el cumplimiento de las responsabilidades comunitarias (limpieza de espacios comunes, asistencia a reuniones).
  • Adecuación de espacios a tratamientos concretos.
• Acompañamiento:
  • Acompañamiento en casa, en la calle o en traslados.
  • Apoyo en recados relacionados con tratamientos sanitarios.
  • Acompañamiento en la preparación de actividades de ocio, descanso o estudio, así como en la asistencia a cursos, jornadas formativas o a centros de día.
  • Soporte anímico y emocional antes y después de acompañamientos que supusieran cambio y estrés emocional.
• Comunicación/coordinación:
  • Mediación e intermediación familiar.
  • Mediación con la comunidad, el entorno y los espacios de ocio.
  • Interpretación de notificaciones, tramitaciones e información relativa a derechos y obligaciones.
  • Apoyo en todas aquellas tareas referidas a la organización del día a día y a la toma decisiones.
  • Información sobre la situación social y sanitaria, creación de conciencia de enfermedad o de necesidad de cuidados.
• Apoyos excepcionales:
  • Apoyo puntual en momentos de crisis o en el curso de procesos de emancipación.

Se ofrecía, por tanto, un espacio de acompañamiento complementario al seguimiento llevado a cabo por equipos de intervención socioeducativa o el servicio de trabajo social del Ayuntamiento, con atención directa orientada a la inclusión social, polivalente y prolongada en el tiempo, que buscaba evitar que las personas y familias se desligaran de su entorno habitual. El programa pretendía facilitar la realización de las actividades cotidianas que la persona eligiera. Las intervenciones se desplegaban tanto en el domicilio como en la comunidad y tanto de forma individualizada como familiar y convivencial.

Se trataba de un espacio de atención flexible, de proximidad, seguro, de baja intensidad de apoyo y de media/baja exigencia, intensivo, que permitiera el apoyo a mujeres y hombres que disfrutaban de vida independiente bien solas/os, bien en núcleos familiares en situación de desprotección grave. Pretendía, en definitiva, fomentar la independencia, la igualdad de oportunidades y la participación social, erradicando situaciones de violencia y aislamiento.

Alcance

El equipo del programa estaba formado por trabajadoras sociales municipales (que cubrían seis jornadas completas) y profesionales de intervención socioeducativa (que cubrían una jornada completa y media).

El presupuesto anual era de 40.000 euros.

El número de intervenciones socioeducativas y asistenciales realizadas ascendía a unas 1.500 al año. Se atendía simultáneamente a 15 unidades convivenciales.

Reconocimientos

En 2018, el servicio fue finalista del premio Euskadi Lagunkoia y en 2020 obtuvo un accésit de los premios Afectivo-Efectivo Jovell.

Evaluación

Las seis evaluaciones anuales arrojan una satisfacción media de 5,8/6 por parte de las personas usuarias.

Transferibilidad

Entre los factores clave del servicio, cabe destacar:

• El trabajo en red con otros agentes, tales como el servicio municipal de asistencia domiciliaria, el municipal servicio de trabajo social, el equipo de intervención socioeducativa, el Área de Vivienda del ayuntamiento, el servicio municipal de ambulancias, la Policía Municipal, el Juzgado, los hospitales y ambulatorios de la comarca, los comercios y las redes de apoyo asociativas.
• La inteseccionalidad, pues las intervenciones tenían muy en cuenta el sexo, el género, la etnia, la orientación sexual, la procedencia, la inclusión en algún colectivo estigmatizado, la religión, la estética, la edad o la diversidad funcional de las personas usuarias.